miércoles, 14 de mayo de 2008

Un vigilante es esposado y abandonado en una zanja por una banda que robo cobre

La Unión Sindical Obrera asegura que estos episodios son «habituales» ante la falta de seguridad y desamparo del colectivo.Un vigilante de seguridad ha resultado agredido, esposado y abandonado en una zanja por una banda de ocho o nueve extranjeros que se disponía a robar cobre en un parque eólico en Balazote.Al parecer, el vigilante de seguridad se encontraba en su vehículo haciendo ronda por un extenso parque de energía solar, cuando alrededor de la 12,30 de la noche del pasado jueves, fue agredido por un grupo de 8 ó 9 inmigrantes que se disponían a robar cobre de esta instalación energética. Según relató el trabajador agredido en su denuncia ante la Guardia Civil, los agresores le inmovilizaron, le dieron una paliza, le esposaron a la espalda y lo tiraron a una zanja, mientras le robaban el vehículo con el que trabaja y cargaban en una furgoneta el cobre que pretendían sustraer. Momentos después, la banda regresó al lugar de la agresión para volver a darle golpes a vigilante, que lo dejaron con una crisis de ansiedad en la citada zanga. El trabajador logró contactar con un amigo personal a través de su teléfono móvil -que portaba en el bolsillo de su cazadora-, y éste dio aviso a la Policía Nacional.No le creyeronSin embargo y según relató el secretario de Organización de la Unión Sindical Obrera (USO) de Albacete, Miguel Ángel Simón, a esta redacción, «la Policía Nacional no creyó la versión del trabajador y lo dejaron tirado en esa zanja durante toda la noche». Al día siguiente y ante la ausencia evidente del vigilante, su empresa «dio aviso a la Guardia Civil que lo logró localizar donde lo habían dejado los agresores». Finalmente, el trabajador fue trasladado a los servicios de Urgencia, donde le diagnosticaron un politraumatismo.Para el secretario de Organización de la USO, lo más llamativo de este suceso es que ahora la empresa del trabajador intenta pasar esta agresión por «una simple caída en la obra», mientras que la Mutua de Trabajo, «intenta minimizar unos daños tantos físicos como psicológicos de un trabajador que lo único que ha pretendido es cumplir con el trabajo para el que está contratado».Miguel Ángel Simón asegura que estos episodios contra vigilantes de seguridad están siendo «muy habituales» en los últimos meses, debido principalmente al desamparo e inseguridad que padece el colectivo, ya que «desarrollan sus labores de vigilancia en terrenos llanos muy amplios, de una manera aislada y sin medios de iluminación, lo que favorece que se produzcan robos con consecuencias de daño físico hacia estos trabajadores». Además, los vigilantes que realizan este tipo de tareas dicen sentirse «controlados y vigilados» por estas redes de sustracción de cobres, «que saben muy bien a qué hora y cuándo pueden cometer los robos e inmovilizar al vigilante».

Fuente: www.laverdad.es

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