sábado, 22 de marzo de 2008

Un escolta evita que un hombre arrebate un niño de 5 años a su madre en Vitoria

«Si no lo paran se lleva al chaval». La espontánea reacción de un escolta y la posterior intervención de la Policía Municipal de Vitoria impidieron ayer que un joven arrebatara un niño de 5 años a su madre, que presenció la angustioEnviado por : kempes en Jueves, 20 Marzo, 2008 - 06:42sa escena mientras daba gritos de socorro junto a la plaza del Artium. Según explicaron fuentes policiales, el detenido fue puesto en libertad por el juez y ha sido ingresado en la unidad psiquiátrica del hospital de Santiago.Los hechos ocurrieron a las nueve y media de la mañana en la calle Prudencio María de Verástegui, ubicada junto al museo Artium. Según testigos presenciales, una mujer paseaba por la zona «junto a sus dos hijos» cuando de repente, y sin mediar palabra, un individuo se acercó a la madre y «le arrebató a uno de los niños» tras agarrarlo por la cintura y avanzar con él a cuestas calle abajo. Las mismas fuentes explicaron que el detenido, de 33 años y que responde a las iniciales R.C.S., se llevaba al niño «encima de un hombro», lo que provocó la sorpresa de la mujer.Una vez que comprobó que el individuo no se detenía, la madre, presa del pánico, comenzó a dar gritos de auxilio y a correr tras el joven. «La situación era tan extraña que es posible que ella pensara al principio que se trataba de una broma», relató la camarera de un bar cercano.AlejamientoLa casualidad hizo que un escolta privado pasara por la misma calle, lo que resultó determinante para frenar la angustiosa persecución. El vigilante actuó «muy rápido» e interceptó al joven de inmediato. Un testigo explicó que él mismo llamó a la Policía, que llegó a la zona «casi al instante» y detuvo al individuo.El presunto agresor tiene dos órdenes de alejamiento de sus padres, que residen en Málaga. De hecho, la Policía Municipal confirmó que ya había sido el protagonista «de otras acciones violentas» en la capital andaluza.Fuente:www.elcorreodigital.com-

jueves, 13 de marzo de 2008

Dos vigilantes tiroteados en Ciudad Real

Los dos vigilantes tiroteados continúan muy grave uno y menos grave el otroLos dos vigilantes jurados ingresados en el Hospital General de Ciudad Real el pasado domingo, tras recibir disparos de escopeta, continúan en la Unidad de Medicina Intensiva, conectados a ventilación mecánica, con pronóstico muy grave, uno de ellos, y menos grave el otro.dos vigilantes tiroteados continúan muy grave uno y menos grave el otroLos dos vigilantes jurados ingresados en el Hospital General de Ciudad Real el pasado domingo, tras recibir disparos de escopeta, continúan en la Unidad de Medicina Intensiva, conectados a ventilación mecánica, con pronóstico muy grave, uno de ellos, y menos grave el otro.Los dos vigilantes tiroteados continúan muy grave Así lo dio a conocer hoy un parte médico facilitado por el Sescam, que precisa que el vigilante en estado muy grave es el de 56 años, que recibió los disparos a bocajarro, mientras el segundo, de 35, es el que presenta una situación mejor.Hoy, cinco días después del tiroteo efectuado por el joven de Pozuelo de Calatrava, los hosteleros de la zona de ocio de El Torreón, donde se produjeron los hechos, realizan un cierre de sus establecimientos durante todo el día y a las 22:30 horas han convocado una concentración silenciosa ante 'La vieja estación', la discoteca donde sucedió el tiroteo.

FUENTE.AGENCIA EFE

Vigilante del metro salta a las vías para rescatar a un joven

Un vigilante del metro salta a las vías de la estación de Algorta para rescatar a un joven y logra ponerse a salvo cuando el convoy ya entraba al andén¿Qué iba a hacer? ¿Ver cómo le atropella delante de mí? ¡Ni hablar!Sólo tenía 19 segundos para salvar una vida y no dudó. Ni siquiera calibró los riesgos; hubiera sido demasiado tarde. Es la historia de Jon, un vigilante de seguridad de Metro Bilbao de 22 años que el pasado sábado volvió a nacer junto a un pasajero del suburbano. Eran las nueve y cuarto de la noche cuando un joven entró al andén. Desde un extremo de la estación, Jon observó algo extraño en la conducta del chico. «Yo estaba en la entrada y vi que el chaval daba pasos inseguros, iba esquivando a la gente, su actitud no era normal, así que me quedé pendiente de que se mantuviera separado del andén». Jon no imaginaba que, instantes después, su mundo iba a dar un vuelco.Pasaban 19 segundos de las 21:25 horas y el panel del metro anunciaba que faltaba menos de un minuto para la entrada del siguiente tren. «De repente, el chico se escoró hacia la izquierda y ¡bum!, se cayó a las vías». Se trataba de un vecino de Getxo de 32 años y, según Metro Bilbao, en la grabación de las cámaras de seguridad se adivina que el joven iba ensimismado mirando su teléfono móvil cuando se precipitó. El andén, lleno de gente, vivió un momento de histeria. Jon, echó a correr. «Cruce toda la estación, bajé a la vía, le apoyé sobre el andén y el señor más próximo le arrastró hacia adentro. Cogí impulso y subí yo también. Cuatro segundos después, entró el tren». Pasaban 38 segundos de las 21.25 horas.Entre todos, comprobaron el estado del joven. «Por suerte, cayó sobre una mano. Mi temor era que se hubiera golpeado la cabeza, porque subir 70 ó 80 kilos de peso muerto me habría costado bastante más de 19 segundos». De hecho, explica que si llegó a tiempo es porque «le tenía calado desde que entró. Al estar pendiente, reaccioné enseguida, si no...». El joven tenía dañada la mano, «pero se negó a que llamáramos a una ambulancia, así que me dio las gracias y se marchó».Hasta entonces, Jon ni siquiera había sido consciente de lo ocurrido. «Entre todo el revuelo, empecé a andar de un lado para otro. A medida que iba dándole vueltas a lo que había pasado se me empezó a acelerar el corazón una barbaridad. Tenía las pulsaciones a mil y dicen que me quedé completamente amarillo». Le fue calmando la sensación de satisfacción. «Por supuesto que volvería a hacerlo», responde enérgico. «¿Qué iba a hacer? ¿Ver cómo le atropella delante de mí? ¡Ni hablar!». Pese a su rotundidad, lo cierto es que él fue el único que se lanzó desde el andén. «Lo entiendo perfectamente. Quedaba menos de un minuto y, si hubiera habido algún contratiempo al levantarlo, el tren nos habría arrollado a los dos».FelicitacionesEl centro de control de Metro Bilbao alertó de lo sucedido al área de seguridad y su máximo responsable felicitó a Jon personalmente pocos minutos después del suceso. «Fue una actuación realmente eficaz», comentó ayer a EL CORREO el encargado del área. «Del mismo modo que tratamos de corregir lo que se hace mal, hay que felicitar a quien actúa de este modo. Desde luego, yo me lo hubiera pensado antes de saltar porque, además, la de Algorta es una estación complicada, muy oscura».Después de tranquilizarse, Jon continuó su jornada con normalidad, «pero no paré de darle vueltas, porque normalmente trabajo de noche y justo cambié el turno ese día». Está acostumbrado a lidiar con el turno de noche. De hecho, lo pidió él mismo porque entre semana se prepara para opositar a la Ertzaintza. «Por la noche pasa de todo y es muy difícil hacer entender a la gente que hay unas normas. Se te ponen chulos, van muy pasados... En Las Arenas me han llegado a tirar botellas sin mediar palabra», lamenta.Su familia, aunque orgullosa, intentaba el domingo hacerle ver el peligro que corrió. «'¡Te has jugado la vida!', me comentaban».-Dicen que eres un héroe.-Yo no me veo así. Hay muchísimos héroes por ahí: policías, bomberos, personal sanitario... y nadie les da importancia.

FUENTE:WWW.elcorreodigital.com