martes, 24 de febrero de 2009

Unos 4.000 vigilantes cortan el tráfico en Atocha para pedir un nuevo convenio

Unos 4.000 vigilantes cortan el tráfico en Atocha para pedir un nuevo convenio y denunciar el intrusismo que padecen

MADRID, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -

Vigilantes de seguridad privada han cortado esta tarde al tráfico la glorieta de la Carlos V, en las confluencias de la calle Atocha y Paseo del Prado, en una manifestación en la que se han reunido unas 4.000 personas, según los convocantes, para exigir a la patronal un nuevo convenio laboral y denunciar el intrusismo ilegal en organismos oficiales y aeropuertos.

Las marchas de los agentes de seguridad privada se están produciendo simultáneamente en varias ciudades de España, convocadas por Unión General de Trabajadores, la Confederación Sindical de Comisiones Obreras y la Unión Sindical Obrera.

El responsable sectorial de Seguridad de UGT Madrid, Rafael Saldaña, explicó a Europa Press que con esta movilización muestran su oposición al "bloqueo" de la negociación colectiva planteada por la patronal desde que terminó el convenio laboral el pasado 31 de diciembre, "que deja en una situación de indefensión a los 100.000 trabajadores del sector en toda España, 25.000 de ellos en la Comunidad de Madrid".

"Hablamos de un colectivo que cobra 900 euros por 40 horas y que hace muchas horas extras. Queremos un recorte de la jornada y una adecuación de las leyes para trabajos por turnos. La patronal quiere ahora congelarnos el sueldo alegando que hay crisis y a futuras sentencias, que les van a condenar a pagar grandes cantidades por no reconocer horas extraordinarias", señaló Saldaña.

En la Comunidad de Madrid trabajan 25.000 vigilantes de seguridad privada, la mayoría en el Metro, Cercanías de Renfe, en el aeropuerto de Barajas, instituciones públicas, Ministerios, oficinas bancarias y centros comerciales. Un total de 300 empresas de toda España proveen de vigilantes de seguridad a estos centros. Por su parte, el vicepresidente de la Asociación Española de Vigilantes de Seguridad, Juan Rojas, criticó la situación de "intrusismo" se repite en aeropuertos, organismos oficiales de las comunidades autónomas, centros comerciales y tiendas.

"Hay tres intrusos por cada vigilante de seguridad inactivo", dijo Rojas esta mañana en declaraciones a Punto Radio recogidas por Europa Press. Los "intrusos" son personas "sin titulación del Ministerio del Interior" que ejercen como vigilantes, y acusó que "en las empresas en que más intrusos hay es en las dos más fuertes, Prosegur y Securitas".

Rojas explicó que este tipo de "intrusos" registran bolsos y piden el carnet a los ciudadanos cuando ello es "ilegal". Puntualizó que en el aeropuerto, por ejemplo, sólo están en regla los agentes "sentados en el scanner", y que el resto son auxiliares. "No todo el que lleva uniforme es un vigilante", añadió, y explicó que quienes los son "deben llevar su placa en el pecho".

En relación a la posible solución de la situación, Rojas señaló que los ciudadanos "pueden y deben" pedir la placa o acreditación de un uniformado de una empresa de seguridad, quien "tiene la obligación" de enseñarla.

Finalmente, señaló como responsables a la policía que "permite que trabajen sin placa", a las empresas, y al Ministerio del Interior "que no hace cumplir sus propias leyes".

jueves, 19 de febrero de 2009

Una ecuatoriana embarazada denuncia la agresión de dos vigilantes del metro

Sucesos: Una ecuatoriana embarazada denuncia la agresión de dos vigilantes del metro.
La mujer relata que le hicieron una "llave" y la llamaron "negra de *****"


Una ecuatoriana de 30 años de edad y embarazada de dos meses ha denunciado a dos vigilantes del metro de Valencia por agredirla, vejarla y proferirle insultos racistas. Al parecer, los vigilantes le pidieron el billete a ella y a su acompañante y como ella no lo encontraba tuvieron el citado enfrentamiento, tras el cual, el billete apareció y se lo entregó en presencia de la policía. Los vigilantes también la han denunciado a la mujer por amenazas y ambas denuncias han sido unidas en un mismo proceso judicial que ya sigue su curso.
El incidente se produjo el pasado 19 de enero sobre las siete de la tarde. Las dos mujeres bajaron en la estación Puente de Madera y a la salida fueron abordadas por un revisor y tres vigilantes de seguridad, uno de ellos mujer, que sospechaban que no habían pagado.
Según la denuncia, el revisor les pidió los billetes y la acompañante lo entregó inmediatamente, pero la denunciante no lo encontraba. Entonces uno de los vigilantes le gritó "de malos modos": "Aquí no se vieja gratis" y la cogió de la solapa de la chaqueta, gesto que hizo que la mujer se revolviera y que el vigilante, a su vez, le hiciera "una llave" y le "inmovilizara los brazos", siempre según la denuncia. Al mismo tiempo, la vigilante mujer se lanzó sobre ella y le hizo un arañazo en el cuello.

La agresión terminó cuando el revisor les ordenó que la dejaran, pero la mujer, que en todo momento advirtió que estaba embarazada, les dijo que los iba a denunciar y entonces vinieron los insultos. "Todos los extranjeros sois iguales", "Me he quedado con tu cara" o "Me da igual que me denuncies negra de *****", fueron algunas de las frases que tuvo que oír.
Finalmente, llegó la policía y puso fin al conflicto. Por cierto, cuando se tranquilizó, la mujer encontró el billete y se lo dio a sus agresores en presencia de los agentes, asegura.
Denuncia de los vigilantes

A la salida del metro, la supuestamente agredida fue al hospital y allí le diagnosticaron erosión en el cuello y esguince cervical, por lo que debe llevar un collarín. Luego fue a poner la denuncia y se encontró con que los vigilantes se le habían adelantado y la habían denunciado a ella por amenazas. Según los vigilantes, las mujeres no quisieron identificarse y trataron de escapar antes de que llegara la policía, todo ello en medio de amenazas de muerte y un intento de agresión